Desde pequeña me gustó el color azul, incluso llamaba a los damascos, los azules. Todo era azul para mí. A mi madre, -que me comprendía-, no le llamaba la atención que su pequeña y única hija, fuera así. Suficiente sorpresa tuvo cuando aprendí a leer, mágicamente, juntando las letras de un periódico, sola, y posteriormente, le escribiera una poesía, sin prácticamente haber leído alguna aún.
Así crecí, persiguiendo mariposas azules, nubes azules, vestidos azules, libros azules, sobre todo libros. Me conmovían los niños de una «población callampa» que acudían a solicitar comida a mi barrio ñuñoíno, entonces yo les regalaba mis azules zapatos y les escribía poemas.
Esa niña creció, cambió, amó, estudió mucho, y aunque al parecer la humanidad seguía siendo azul,- kalfú, en idioma mapuche-, vinieron largos años de oscuridad y el azul intentó desaparecer, ocultarse, pero siempre volvían versos azules a mi encuentro, a mi alma, a mi esencia.
Estos poemas pertenecen a una época de luz y sombra, en los que la esencia de mi ser derrotaron la adversidad y un cielo, y sus azules prados, cubrieron, para siempre, mi existencia y mi creación.

  • Número de páginas: 80 páginas
  • Editor: Editorial Segismundo; Edición: 1 (24 de enero de 2014)
  • Fecha de publicación: 24 de enero de 2014

Selected Works:

  • Crystal shadow
The torn vein
like a verse on the ground.
A small pebble dances
and falls asleep in the fog.
There are no birds to intone
the sad psalmody of the seasons.
The marbles shudder and sigh.
Among the blue niches a vampire rests,
its crystal shadow buried in mist.
From its nest the moon groans
and a mirror flies solitary.
A body falls.
Life falls.
  • The initiates of hell
A remnant of new times was rising up
that melted among its weak protests.
They were already the day.
They walked the bodies in an incipient sea
to cover themselves with minerals born of the creek.
They were already the afternoon.
They desecrated the dead land of the past,
collapsing alcoves, shelves and bars.
They were already night.
And they departed dreaming of hidden passages,
they plagiarized the daily facts,
the daily bread,
the oil and the wine.
And they despaired over a cup of coffee,
they marched towards the dazzled beginning.
When the sun,
when the moon,
the light
and the universe
fell asleep forever.
  • The afternoon was falling
The afternoon was falling,
Trembling
There is no solitude
Citizen spirit
Only graves.
Restless white skeletons
Decayed suns
They lie inebriated
Mist,
Salt,
Terraces,
Archetypes.
The
Sky
Collapses.
  • The Last Encounter
Cathedral of invalid silences,
brothel of the gray corner:
nothing has changed.
We are always a multifaceted film.
Pilgrims remain in the sunset,
there are still sins anchored in the sky:
nothing has changed.
The universe designs our comic strip.
While the hanged cry out
in the dissolute nights,
our hands crowned
by time,
stretch out anxiously
in the last encounter
between the shadows.